From: Mike Karplus
To: sanandres82@gruposyahoo.com.ar
Sent: Wednesday, March 07, 2007 9:54 PM
Subject: [sanandres82] universo paralelo
Estoy en Buenos Aires, pero en realidad, no.
Trabajé todo el día, pero claramente me evado.
Mi mente sigue en la Patagonia.
Nos escapamos con Georgie y 3 personajes más, a Pampa Linda, al pié del Tronador.
Subimos a la laguna Ilon a sólo 3 horas del campamento que dejamos a la mañana. Estaba aún más linda que en mi visita anterior, 20 años atrás.El refugio, una casita de madera de 3x3 en el que vive su cuidador, sirve de punto de reunión para el fogón.Las carpas, alejadas unos metros, no sufrieron el frío de la noche anterior que congeló el agua de la pava.El agua templada de la laguna nos invitó a meternos, y la playa de arena fina y clara fue nuestra mesa del almuerzo.
Pasamos la tarde charlando, se hizo de noche, cenamos, y nos seguimos confesando frente al fuego.
Lejos del amanecer emprendimos la ascensión por el mallín de Ricardo, hasta el filo: es una de las mejores vistas que recuerdo, con protagonistas como el Tronador a pleno, Puntiagudo, Brazo Tristeza, lago Frey, el Anasagasti, el Lanín, el Catedral y Mascardi a pleno. Increíbles matices de colores de roca, y tonos de agua. Nubes que se dibujan y mutan para nosotros, con la consiguiente lluvia que, además, torna la roca en un gran tobogán hacia el más allá.
Quedan atrás nuestras huellas sobre la nieve y llegamos, ya de noche, al lago Azul.
Mojados, cansados, claramente preocupados por la perspectiva de pasarla mal ante la imposibilidad de poner una carpa, nos las ingeniamos, y plantamos dos.
No había dónde, pero lo hicimos.Con el resto del grupo ya secos, y dentro de su carpa, preparamos con Georgie algo caliente para engañar los estómagos.Y un submarino, para que las sonrisas vuelvan a las caras agotadas.
Finalmente, con ropa seca y dentro de la carpa, suenan los acordes de Peter Gabriel, Tony Banks, Steve Hackett, Phil Collins, Mike Ruderford, que nos vinieron a visitar esa noche, para deleitarnos con una selección de temas. Nos acompañan un buen rato, hasta que nuestro agotamiento se hizo sentir.
Ya no nos importó el haber equivocado la ruta, ni la lluvia, ni el frío.
Nos sentimos bién.
Nos sentimos vivos.
En cuanto aclara, levantamos campamento, volvemos a trepar en busca de una salida. Dos horas más tarde hemos rodeado medio lago entre roca y lenga achaparrada, y comienza el descenso hacia el Mascardi.
Decidimos separarnos por un rato en dos equipos y volar bajito sobre el terreno en búsqueda de un teléfono.“Georgie, podés tirar un rebaje a quinta, por favor? No puedo ni hablar a este ritmo!” le ruego.Tres horas más tarde cruzamos el Manso, y llegamos al Hotel Tronador.
Agotados.
Termina la travesía.
Logramos engañar al avión: solamente transporta nuestros cuerpos hacia la ciudad.Sabemos que a la larga nos juntaremos nuevamente en la Patagonia.
Mike.
jueves, 20 de marzo de 2008
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